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EN CHILE COMER PERRO GUISADO Ó AL JUGO ES ALGO NATURAL


CHILE: COMER PERRO GUISADO ES UN PLATO TIPICO

CHILENOS SE CHUPAN LOS DEDOS CON SUS PERROS GUISADOS, ARVERJADOS , A LA PARRILLA, ESCABECHADOS CON PURE, CAZUELA DE JOTES ,CHARQUI DE PERRO..LEAN LOS PLATOS TIPICOS CHILENOS QUE AHORA SALEN A LA LUZ 

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AL JUGO Ó ESCABECHADO ..BUENO PA LA WATA...IÑOR..!
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yomi,yomi se me hacei agua la boca puuhhh

LOS PERROS EN CHILE SON UNA DELICATESSE
“Mis hijos son los que preparan, son hartos ricos. Lo primero es desaguarlo, después lo puede comer asado, escabechado o al jugo, como usted quiera. Se le botan las tripas y se aprovecha enterito, hasta los huesos. No hay como una sopita de perro para problemas de la guata”, dice la señora que finalmente respondía al nombre de Olga.
 
Vacunos que ladran: la historia del pueblo que come perros
Los perros se desaguan por dos días y luego se preparan a gusto del consumidor: a la parrilla, escabechado, al disco. “La sopa es buena para los males del estómago”, dice una señora sin empacho. “Son vacunos que ladran”, bromea otro huaso ladino con voz cantadita. Primera Línea “aperró” en busca de la historia.Las dudas sobre el destino de los perros de Lavín Por: Rodrigo QuirozFuente: PrimeraLínea La población está al costado izquierdo de la ruta que lleva al balneario de Pichilemu. La vieja y abandonada línea del tren separa el centro de Peralillo de la población “El Tajo”. El calor rebota en las calles de tierra y los perros dormitan lánguidos en las esquinas. La gente no tiene mayores problemas en reconocer que históricamente ha comido perros. Aunque los pobladores que accedieron a conversar de esta antigua costumbre establecen un primer límite: “Ya no es como antes”, dice la señora Olga quien además de aclarar la frecuencia del uso me da algunas recetas para prepararlo. Camino desorientado por las callejuelas en busca de mi contacto: Isabel, una joven madre de tres chiquillos que comparte la crianza de sus hijos con la recolección de uva en alguna viña. Sabe de la costumbre que nos trajo por estos lados y lo reafirma con gracia campesina: “yo he comido un par de veces, siempre engañada, mi papi los preparaba y los pasaba como cabritos. Eran harto guenos hasta que descubríamos que eran perros”, dice mientras me acompaña en busca de los más “come perros”.No sé si por efecto del calor veraniego, o por la sequedad de la tierra, los canes parecen multiplicarse. Cuando veía a los quiltros adormecidos por la modorra de las once AM, no podía dejar de recordar cuando en los monos animados el Coyote veía al Corre caminos como un apetitoso pollo a las brasas ¿Se imaginarán así a los perros estas personas?.Marta es la primera en dar su testimonio. Un poco asustada por el cartel de periodista en pueblo fantasma escruta mi grabadora con desconfianza. “Yo he comido perro, pero no lo hago muy seguido. Siempre he comido engañada. La carne es igualita que la de un chancho”, señala con humor. “La segunda vez que comí quedé traumada. Después veía un perro vivo y me ponía a llorar, el shock me duró como tres meses. Ahora se come menos, como que es mal visto. Por aquí igual quedan personas que continúan haciéndose chupete los perritos”, dice señalando con la vista y los labios a una vecina que barre la calle.- En esa casa comen, pregúntele a ellos...- Por qué no le pregunta usted -digo abusando de su confianza.- Vecina, venga pa’ hacerle una preguntita.La señora se bambolea hasta el quicio de la puerta donde hemos estado conversando. Es morena y de una edad indefinida que oscila entre los 45 y los 60 años.- ¿Usted come perros, cierto? -pregunta Marta.- Si pue... acaso el amigo quiere comerse un perrito -dice mirándome con un rostro gris.- No, es un periodista que anda haciendo un reportaje...La revelación de mi oficio no estaba en los planes inmediatos. Al enterarse del real motivo de mi visita, la señora se devolvió sobre sus pasos y siguió barriendo.- Parece que la cagué -me dice Marta.- Parece -digo. Al final no todo estaba perdido, puesto que la señora accedió al diálogo de todas maneras. Me acerqué y le dije que no se preocupara, que sólo quería saber cómo se preparaban, qué sabor tenían, y que en ningún caso iba a comerme uno.
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“Mis hijos son los que preparan, son hartos ricos. Lo primero es desaguarlo, después lo puede comer asado, escabechado o al jugo, como usted quiera. Se le botan las tripas y se aprovecha enterito, hasta los huesos. No hay como una sopita de perro para problemas de la guata”, dice la señora que finalmente respondía al nombre de Olga. Desaguarlos significa que el perro es expuesto por uno o dos días a una corriente de agua. Lo mejor es dejarlo en un canal o río para que el perro se limpie. “La carne queda blanquita”, nos dice la señora Olga.Antes de partir, porque sus hijos no se encontraban en casa, nos ayuda con los nombres clave para el desarrollo del reportaje: -Gabiño y Juan Baca son los maestros, a ellos los perros les quedan para chupetearse los dedos -afirma la mujer.-Gracias -digo, y un niño que nos acompañaba en silencio acaricia a un perrito negro sin cola. Juan Baca es el come perro por excelencia de la población. Lamentablemente se encontraba desaparecido del pueblo. En un terreno que contaba con un solo muro de adobe que llamaban la “cucaracha” -porque ahora están construyendo una casa-, Juan y sus amigos realizaban los tontos asados de perro. Isabel me lleva al lugar y no encuentra argumentos para explicar la ausencia del hombre.-Debe andar trabajando pa’ los cerros, a veces se va pal monte, por allá vive en un horno de barro -dice.Juan Baca no aparece en el mapa y el personaje clave de la historia provoca el derrumbe momentáneo del reporteo. A esa altura del día (14:00 horas) la gente comienza a mirar con extrañeza mi automóvil. Paramos en una casa y la negativa es clara: “Estay loca, después nos cae la protectora de animales”, dice un hombre joven de aspecto duro negándose a compartir la historia.Hasta que apareció Gabiño.(GBLKI)
“Son vacunos que ladran, iñor"
Gabriel llegó del trabajo y aceptó hablar de esta costumbre sin miedos. “Oiga gancho si son harto guenos”, dice de buen humor mientras instalo la grabadora sobre una mesa.- ¿Usted come perros?- Sí, he comido perros, claro que ahora menos que antes. En otros tiempos yo era muy re gueno pal trago. Ahora estoy rehabilitado, me metí en Alcohólicos Anónimos y hace tiempo que no pruebo ni una gota de vino. Por Dios santo.- ¿Cómo se preparan?-
Se abren igual que un cordero -dice mientras con la mano hace el ademán de introducir un cuchillo en el estomago y cortar hasta la garganta. “Es igualito que aliñar un chancho. Se desagua uno o dos días y luego se charquea la carne. Después vamo aliñando: comino, ajito, orégano, vinagre y listo. Si tiene hambre come altiro...- ¿Cuál es el sabor de la carne de perro?- E igual que un chanchito, rico poh. No maté nunca uno, sólo comí, incluso un día llegó un compadre de Pichilemu a vivir p’ acá preguntando por alguien que matara perros, pa’ comprarle un pedazo. Los médicos le habían recomendado que, ojalá, comiera dos o tres veces al mes, así que se vino p’a estos lados...- ¿Y salen a “cazar” perros?- ¡No, no poh!. Por ejemplo, una señora tiene un perro que la tiene cabreá y lo ofrece pa’ que lo tengan por los potreros o pa’comelo. A veces hay perros güena clase que se ponen mañosos, que atacan a los niños chicos y los entregan pa´matalos...- No pezcan los perros de la calle que andan vagando- No, esos tienen más piojos que nosotros. No va andar una persona buscando perros por ahí, como si buscara trabajo, no. No es cualquier perro el que se come, tiene que ser uno güeno, algunos tienen más carne que un cordero.- ¿Cómo los prepara?- Como quiera usted, al jugo, asadito, escabechado ¿comería usted a esta altura?.- No sé... - Pa'que haga un buen reportaje, es muy güeno, anímase a comerse un perrito, así no tiene que andar preguntando tanto.La idea de comer perros para enriquecer la historia me deja traspuesto un momento. Gabiño me saca del lapsus con una pregunta:-¿Usted viene de la protectora de animales o viene por Lavín?Los perros se comen por cualquier circunstancia: asados de camaradería, bromas para algún “pesado”, hambre o remedio pa’ los niños. “La señora de Mario Correa tenía un mocoso malo pa’ comer. Ella le hacia caldito con el hueso de la pata, después había que quitarle la olla al cabro”, dice Gabiño, muerto de la risa.
Corderito arvejado
Mucha gente ha comido engañada, les pasan perro por cordero, o chancho. Gabiño cuenta una historia que grafica hasta qué punto una broma puede resultar divertida... o peligrosa:Fotografía: Christian Iglesias "Una vez hicimos comer a un paco. Estábamos en una asado en la casa de mi padre con un carabinero de apellido Concha, un tipo grande (Gabiño extiende las manos para describir a un hombre del tamaño de un oso). Un día llegó el Concha y dijo: hay un huevón de guardia en la tenencia que no come perros aunque se muera. El Concha lo llamó y le dijo: oye huevón nos estamos comiendo un corderito arvejado ¿por qué no venís?.- No ¿y con quién dejo la guardia?, respondió el otro.Concha le mandó un carabinero que andaba con él y el otro se vino a la casa. Llegó y se comió la carne, con papas fritas y hartas arvejas. Mientras estaba comiendo apareció otro amigo con una bandeja y dejó la cabeza del perro en la mesa... Menos mal que el paco no andaba con el revolver si no nos mata a toitos."¡No erai mi amigo conch...!", gritaba."Qué te va hacer el perro" decía el Concha, "si son conejos policiales", relata muerto de la risa. "Eran los viejos antiguos quienes preparaban mejor los perros, a ellos les quedaban güenos, güenos. A veces los hacían hervir con puro vino blanco, igual que un cocimiento. Traiga plata y nos comimos uno", dice en broma. Después de dar el testimonio, Gabiño se queda en silencio como arrepentido de haber entregado tanta historia. El canto de un gallo rompe la ausencia de ruido.“No creo que pueda hacer hablar a más gente, nadie le va a decir en tal parte se están comiendo los perros, después llega la protectora preguntando quién mata y come perros y lo hacen cagar a uno”, finaliza. :lol: :lol: :lol: :lol:

En muchos lugares del campo se comen los perros. A pesar de ese conocimiento popular, quisimos “saborear” esta historia de cerca. Además, Peralillo, la comuna donde se ubica la población come perros, fue el destino de los únicos perros vagos que el alcalde Joaquín Lavín alcanzó a sacar de Santiago
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Qué perra vida.  http://209.88.205.87/p4_plinea/site/20030115/pags/20030115130456.html





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COMER PERRO EN CHILE
Juan Alberto Araya, de 34 años en esos ahora lejanos años, trabajaba en el matadero Lo Valledor, y para mejorar su escuálido sueldo de 1500 pesos semanales (aproximadamente 38 dólares en esos años) transformó el patio de su casa en un matadero de perros que después vendía en forma de longanizas. La materia prima para estos embutidos resultaba una ganga en ese sector periférico donde la abundante población canina competía con sus dueños por el alimento; hoy el hambre se ha hecho droga y pandillas.Araya descubrió un método eficiente. Una perra en celo era su cebo y la sacaba a pasear cada vez que necesitaba renovar el estoc de carne. Mató un centenar de perros en su casa de calle tres sur donde en cincuenta metros cuadrados vivía con ocho personas más, adultos y niños. Los vecinos lo denunciaron debido a que la acumulación de vísceras en el alcantarillado produjo una fuerte contaminación y un inaguantable nauseabundo olor. Sospechaban que la música a todo volumen que Araya hacía salir desde su patio a través de un parlante coincidía con la faena de matanza de perros.María Uribe, 28 años y cuatro hijos, vive de lo que encuentra en los tarros de basura, medio de sobrevivencia al que recurren muchos pobladores de la zona: “La mayoría aquí hemos comido perro sin saberlo, por lo menos en longaniza, que era lo que más comprabamos por lo barata. Yo recojo papeles, huesos, latas, cartones, cachureo que encuentro por ahí, y eso lo vendo. Pero no alcanza para vivir. Entonces salgo a pedir a las calles porque eso es preferible a robar, ¿no es cierto?”. Dagoberto Báez, tenía 53 años, hoy dejo este perro mundo donde fue maestro de cocina en los trenes de Ferrocarriles del Estado. Sobrevivía con una escuálida jubilación por invalidez; daba una hasta entonces desconocida receta de cocinar perro: “Una vez atropellaron un perro frente a mi casa y lo llevé a mi cocina. Lo descueré, lo dejé remojando dos días en vinagre con sal y después me lo serví. Una parte lo preparé asado y la otra mitad fue al jugo”.“Era una carne mejor que la carne de pavo. Ese perro lo comí con unos amigos, unos cuñados y hasta mi suegra que en paz descanse se sirvió: “¡Qué rico olor! ¿Qué estai cocinando Dago?”. Me preguntaron. “Un pedazo de cordero contesté”. Alcanzó para más de diez personas, porque el animal era grande. Después me comí la perra de una vecina, una perra cojita. (Aquí puede hacerse una implícita relación conmutativa subliminal entre perra y vecina, que debe obviarse para no llevar el relato por otros escabrosos senderos de nuestra imaginativa psiquis). La hicimos chanfaina, la perra no la vecina. (Chanfaina; explicación para los no chilenos, es un plato que se hace de pequeños trozos de vísceras hervida, pulmón, corazón, hígado, con puré de papas). Hay mucha gente que come perro acá. Igual cosa pasa con los gatos. Gato también he comido”.
Para cazarlos les hecho un lazo, ¿comprende? Un huache, que se dice, igual como se hace para cazar conejos. Hace muchos años atrás yo trabajaba de garzón en un restorán. Había un gato que habían traído de la Argentina, era del dueño y era muy remañoso. (El gato no se sabe si el dueño). Comía puro bistec y se lo llevaba arriba del mesón. (El gato argentino, no el dueño). Un día quebró unas bonitas botellas. Se choreó (enojó) el dueño y me dijo: “oiga, secretario, tengo ganas de comer conejo”, al tiempo que le pegaba una mirada al gatito. Y yo: “Cuchito, cuchito, niñito, venga”. Lo pesqué, lo agarré de las patas y pafff. Lo preparé al jugo y el patrón invitó a unos amigos a almorzar. También he comido guarenes de playa. Con mi señora íbamos a veranear en carpa todos los años a Cartagena. Le ponía huaches a los ratones y caían todos los días. También usaba una honda. De lejito les pegaba, quedaban medio aturdidos y los remataba con un buen pencazo en la nuca. Rico, rico guarén de playa.Tenía una explicación para su afición a tanto asado exótico. “Con siete mil pesos. Se come apenas, pero a veces ayudo en el Mercado Central y me hacen unos paquetitos con patas de pollo, contres, huesitos carnudos. Ahora tengo un hueso carnudo en la casa desde hace como dos semanas, de adorno”.
Actualmente aparece la pobreza en todas las ciudades de Chile; en Chiloé, una isla al sur de todo, es parte del paisaje social ver a vagabundos, el alcoholismo es una lacra común a nadie asustan los ebrios que duermen su borrachera en las veredas, buscar su comida en los basureros; y cada verano llegan los “turistas indeseables”, el “jipiento”, el “lana”, “El volado” de las poblaciones marginales del Gran Santiago traslada al sur su miseria, y llega hasta esta isla a limosnear sus vacaciones. Se hacen comunes los asaltos, los drogados y aumenta la población de borrachos. Habilitan sus carpas hechas con frazadas, cartones y bolsas plasticas en un lugar cercano a la ciudad, “El Wendy”. Allí hacen sus fiestas y asados de perros. No kiltros, perros de buena raza y bien alimentados que roban a los vecinos que habitan en el centro de Castro la ciudad capital de la isla de Chiloé.

OCDE: 8 MILLONES DE POBRES EN CHILE


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Campamento Trapiche Cancha, Rancagua.-
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En la foto la situación de uno de los campamentos en la Región Metropolitana de Santiago
UN 19% DE LOS CHILENOS SON POBRES, LEJOS DEL 10% PROMEDIO DE LA OCDE
El 18,9% de los chilenos son pobres, según el informe “Panorama de la Sociedad” difundido el martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mientras la encuesta chilena Ipsos revela que la aprobación del gobierno de Sebastián Piñera cayó en abril al 46,9%, tras registrar 53,5% en diciembre de 2010.
Las cifras de pobreza en Chile sólo son superadas por México (20%). Israel (11,1%) también está por encima de la tasa promedio del 10 % de la OCDE, cuyos socios se supone integran un selecto club de naciones “desarrolladas”. Con 17 millones de habitantes, Chile es uno de los países con mayor desigualdad en el ingreso del mundo, con un coeficiente Gini -que mide este aspecto del “desarrollo”- de 0,50, mientras la media OCDE asciende a 0,31.
México es el país OCDE donde más se trabaja: 10 horas al día. En Chile, sólo un 13 % dice tener confianza en sus conciudadanos, muy por debajo de la media de 59 %. Para el presidente de la organización empresarial chilena Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Andrés Concha, el reporte OCDE "coincide con un periodo de alto desempleo y altos precios de los alimentos como ocurrió el año 2009; eso juega en contra con una mejor distribución de los ingresos".
Sin embargo, otros sectores opinan que la desigualdad en Chile es sistémica y estructural, como resultado del modelo neoliberal implantado por la dictadura militar de 17 años (1973-1990) y “perfeccionado” en 20 años de administración de la coalición “de izquierda” Concertación de Partidos por la Democracia. Con cierta dosis de cinismo, el ex ministro de hacienda de Pinochet Hernan Büchi afirmó que las cifras "reflejan una historia de hace 40, 50 años atrás".
El difícil acceso a una buena educación tranca la movilidad social y constituye uno de los principales factores de desigualdad. El capitán de empresas Büchi, que estudió ingeniería comercial en la antigua enseñanza universitaria pública y gratuita, dijo: "La distribución del ingreso refleja otra cosa: refleja a personas que a lo mejor ni siquiera terminaron la educación básica, que obviamente tienen una capacidad muy baja de crear y de aportar en una empresa y por lo tanto no van a tener una mejor remuneración".
Para el ministro de Planificación de Piñera –la cartera que se ocupa del clientelismo y la “promoción popular”- Felipe Kast, “es una vergüenza social que un país que crece tanto tenga estos niveles de pobreza y desigualdad. Por lo mismo estamos teniendo un gasto social muy fuerte, muy importante y no solamente eso sino que un crecimiento económico, que es la gran herramienta para destruir la pobreza". Kast dijo que sin empleo es muy difícil que se pueda "lograr el desafío de garantizarle a cada chileno un lugar en la sociedad de dignidad, un lugar sin pobreza".
Desaprobación de Piñera
La desaprobación del gobierno de Sebastián Piñera alcanzó al 50,5%, según el Estudio de Opinión Pública entregado por la empresa Ipsos. El incremento asciende a 10 puntos, en comparación con el estudio de diciembre 2010. La aprobación del gobierno cayó de 53,5% en diciembre de 2010 a 46,9% en abril de 2011. Se trata de los niveles más altos de desaprobación y más bajos de aprobación en 13 meses del gobierno Piñera.
Las áreas de manejo gubernamental más criticadas fueron salud (65,4% de desaprobación), desempleo (64,1% de desaprobación) e impuestos (63,1% de desaprobación). El manejo gubernamental de la economía cayó de 61,4% a 50,5% de aprobación y el manejo energético se desplomó de 45,5% a 34,1% de consentimiento.
La reelección de los Presidentes fue apoyada por el 54,1% y descartada por 43,2%. El 59,4% de los consultados señaló que los legisladores debieran desempeñarse como máximo durante 2 períodos, 10,8% se inclinó por 3 períodos y 24,5% opinó que no debiera limitarse la reelección.
El rechazo a proyectos de energía nuclear creció en 29,2 puntos, para alcanzar al 84,1% y la aprobación descendió a 12,4%. El 61,1% se declaró contra las centrales hidroeléctricas, 29,1% a favor y 9,8% no supo o no respondió. Estas cifras de rechazo son las más altas desde que comenzó este estudio de opinión en 2008, en tanto las de aprobación son las más bajas.
http://www.chile.com/secciones/ver_seccion/128617/un-189-de-los-chilenos-son-pobres-lejos-del-10-promedio-de-la-ocde/
http://actuable.es/peticiones/plan-emergencia-los-campamentos-chile-2